30 ene 2009

DILEMA

Cuando era chica pensaba que dentro de nuestras cabezas habia personitas trabajando. Un disminuto ser para cada tarea: soñar, hablar, recordar, imaginar, llorar... y cuando una de estas actividades fallaba era por que estas personitas habían enfermado. Entonces, me contentaba cono tomar mucha agua y correr alrededor de la pileta del patio de mi abuela como una mocosa desaforada para darles energía y de este modo curar a los pequeños seres en mi cabeza. Ahora de grande intento pensar que es así, que hay otra dimensión en mi interior manejando mi cuerpo con micro-hombrecitos que dirigen, ordenan, crean, lastiman y curan muchas heridas, y reconstruyen recuerdos, y desechan pesadillas pasadas, y otras vesches que no pueden decirse.Pero lo más raro e ingenuo es el verdadero deseo de que sea así realmente. Cómo no querer delegar nuestras penas a terceros, cómo no querer aliviar el peso sobre nuestros hombros otorgandole a quien sea la responsabilidad de nuestras vidas no tan vivas... Es ese materialismo que se diluye dando paso a un misticismo patético pero necesario que nos hace creer que a pesar de todo, todo sucede por una razón cuando en realidad la verdadera razón no existe. Somos lo que somos en relación a los otros, nacemos y nos insertamos en un entramado de cuerpos, de sistemas de toda índole y todo plasmadito de significados y significantes...y es tan complicado que a veces nos atoramos en la mitad del camino y casi siempre nos dejamos caer o morir o no. Depende. En fin, la cuestión es que desde que nacemos empapados de "vida" (como dice la cursileria materna) la realidad nos moldea, nos contagia de sus cosas y nos arroja a nuevas aventuras o no tanto.
vivir o no vivir esa no es la pregunta.
Morir o no morir tampoco.
La cuestión es: ¿Qué mierda hago acá?


Era un chiste.
Sonreid, hermanos.